lunes, 20 de diciembre de 2010

....


¿Como puedo pensar en ti aún?… si me abandonaste cuando más te necesitaba.
Si aún cuando sentía que podías defraudarme, una llamita dentro de mi seguía creyendo ciegamente en ti.
Si aún sin agradecérmelo, cuando estabas llorando, ahí estaba yo para rescatarte entre las lágrimas.
Allí estaba yo con toda mi fuerza puesta en una sonrisa, para hacer renacer la tuya.
Cuantos esfuerzos perdidos… mi corazón esta cansado.
Yo por seguir tu juego… llegué a odiarme a mi misma. Pero no, ya pasó, seré firme a mi corazón...
Al que un dia dejarás de importarle de una vez por todas y emprenderá de nuevo su vuelo…
Y sé que, tal vez, tendré que pasar por otros tropiezos como este… pero sé que llegaré algún dia a mi destino,
A quien tenga la cura eterna para mi corazón



1 comentario:

  1. Me ha encantado ese "quien tenga la cura eterna para mi corazón".
    Que bien resumido.

    ResponderEliminar