Me gustaría saber el porcentaje de verdad y mentira que había en tus “te quiero”.
Me duele tanto saber que yo estaba dispuesta a darte mi vida entera, a morir por ti, mientras que tu mayor esfuerzo por mí era renunciar a algo superficial.
Yo te daba el corazón entero y mi alma completa, pero tú solo querías cuerpo.
Yo quería perderme en tu cuerpo para encontrarte en alma, pero tu querías robarme el alma para quedarte con el cuerpo.
Sólo querías una respuesta rápida para llenar tu ego, para satisfacer tu orgullo y tu necesidad superficial.
Así que mis pedacitos de corazón pisoteado andan perdidos esperando a que alguien pueda por fin reconstruirlos.
Que decepción darse cuenta de que eras sólo un buen actor y yo una espectadora ingenua, que ciegamente te quería incluso por encima de ella misma.
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