miércoles, 16 de enero de 2013

Energía, luz, paz, inmensidad.


El amor no juzga, no miente, no traiciona.
Es él mismo, simplemente él al completo y siempre entrega lo mejor de su ser.
Es honesto, inteligente, aprende y sigue adelante. También es loco en toda su magnitud e incomprensible para los que nunca les ha tocado aún.
El amor es imprevisible, contundente, grande y admirable. Sencillamente, te cambia la vida.
El amor no entiende de superficialidad, no pertenece al mundo banal. Él va más allá, siempre vive en el terreno espiritual.
El amor puro, es entrega incondicional, es felicidad, es fuerte, valiente y siempre sacará cualidades de ti que ni sabias que tenias.
Es algo mágico … es energía, luz, paz, inmensidad. Es sublime, descontrolado y apasionado.
Es una montaña rusa de emociones, una dulce droga sana.
 Una semilla que hace crecer tu interior, tu esencia.
No permite describirse con total certeza, ya que se sale de las palabras. Va más allá del lenguaje verbal.
El amor es belleza interior, es arte.
Es esa fuerza que hace nacer tus sueños, que no te rindas, que no mires atrás.
El amor de verdad, es lo que llena el vacío que sentía tu alma

 

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