Buenos días soledad, hoy te escribo para
contarte de que voy aprendiendo;
a ser más fuerte. En todo este tiempo he
madurado, reflexionado y aprendido con todas las cosas buenas y malas que me
han convertido en lo que hoy soy.
Te escribo para contarte, que he aprendido a no aferrarme tanto a las
ilusiones sin antes comprobar que sean
reales o que por lo menos, lo intento. Que ahora voy aprendiendo a ser más paciente, a
decidir por mí misma, a dejar los miedos y a mostrarte tal y como soy.
Que ahora si la realidad me desilusiona,
no me siento tan vacía porque sé que no hay límites… y que la vida está llena
de sorpresas que nunca sabes cuando pueden aparecer. Que ahora ya no me dejo
atacar tanto por ti, porque he aprendido a valorar cada cosa que tengo y a ser
feliz por el simple hecho de estar viva. De ahora en adelante no me quedaré
parada viendo como pasan los días en el calendario. Te aviso de que voy a
romper las rutinas y no voy a parar. Voy a perseguir todos mis sueños cueste lo
que cueste.
Hoy te escribo, soledad, para contarte que no
voy a dejar que me invadas más el alma, porque en ella estan mis sueños y tu no
cabes en ellos. Y aunque ahora no sé si te tengo o si nó, sólo puedo asegurar que
no me dejaré vencer por ti
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