Podría
comparar nuestra historia con los fuegos artificiales,
porque tienen un momento
en el que explotan y dan toda la luz que llevan dentro inundando el cielo de
belleza,
Y dejando en los ojos de cualquiera, una gran admiración.
hasta que se pierden en el aire y empiezan a caer y a apagarse poco a poco dejando sólo
las cenizas y una drástica y cruel oscuridad…
No hay comentarios:
Publicar un comentario