Se me enredan los pensamientos y los sueños me recorren el alma.
Cada noche la misma pregunta y la misma esperanza. Aveces te necesito tanto . . .
Aveces quisiera poder escuchar algún testigo de tu existencia, como la lluvia . . .
Ella me diría donde estás.
Si me diera una pista, si me indicara un camino iría corriendo a buscarte,
Para vivir y morir en tus brazos, para quedarme en tus labios, para sentir tu respiración, para trascender en la eternidad con la materia prima con la que se creó el universo;
el amor.
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