Ella recuerda esa noche como la más mágica de su existencia. Siempre que los defectos de la vida se dejan ver, ella piensa en esa noche, aunque no sabe muy bien si fue un sueño o una realidad, tal vez fue un poco de los dos….
Siempre que necesita una milésima de felicidad, un alivio a su dolor, recuerda ese segundo eterno… y sonríe de una manera en la que nadie más ha conseguido hacerlo a parte de él. Y ese recuerdo, es como una caricia que se lleva todas sus lágrimas y con su roce reconstruye su esperanza. Y cada noche, ella trata de poner toda su fe en una estrella y esperar que su deseo se cumpla mañana. Ella, está convencida que ese segundo en el que él la miró a los ojos, fue el instante más bonito de su vida. Porque en esa mirada logró ver el fondo de sus sueños, fue cuando todas sus lágrimas y sonrisas se convirtieran en mariposas capaces de volar tan alto y encender estrellas con luz de amor . En esa mirada, todas sus emociones se juntaron y explotaron con toda su fuerza y todas se llenaron de amor. En esa mirada, pudo darse cuenta del porqué de su existencia, tuvo la certeza de que él era el amor de su vida.
Y vive dia a dia compartiéndole su anhelo a la noche, quien hasta ahora ha guardado todos sus secretos. Y le pregunta a la luna, si algún dia volverá a sentirle respirar y volver a ver esa mirada de ángel, a volver a vivir como lo hizo en esa noche, porque esa noche es su definición de vida…
Pero, lo que ella no sabe, es que él siente exactamente lo mismo y que cada noche también deja su fe en una estrella… y que un dia, sus estrellas se encontrarán delante de sus almas y los dos volveran a ser uno.
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