viernes, 12 de octubre de 2012

Abre bien tu mirada

Si no logras ver más que lluvia, deténte. Abre bien tu mirada, busca entre las líneas de luz que se dejan ver entre las gotas, aunque sea de noche. En ellas encontrarás una razón por la cual seguir. Mira más allá. Haz el esfuerzo,                    tú puedes. Siéntate, observa bien, respira, deja que tus sueños crezcan y observa. Si, exacto. Ahí, más adelante esta el sol... no te rindas. 

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