Llega un día en
el que te das cuenta de que toda tu vida gira alrededor de él, que no puedes
vivir sin su sonrisa, sin su mirada, ni sin sus abrazos. Llega un instante en
el que sólo vives para estar con él y no te importa nada más, porque darías
todo con tal de permanecer a su lado. No te importa dormir, ni comer, ni
cualquier cosa que no le involucre a él contigo. Porque deseas que
todos los segundos de tu vida, sean para estar con él. Y te paras a pensar, pero no sabes en que
etapa sucedió todo esto, sólo sabes que ya no puedes vivir sin él y que vas a
luchar con todas tus fuerzas por lograr un futuro juntos, porque él es quien engloba
todos tus sueños. Quien me entiende, me
respeta, me ama con todos mis defectos y con quien se me para el mundo cada vez
que nos besamos, con quien me siento completa, conectada y realizada. Con quien
encuentro el sentido a todo, cuando le miro a los ojos. Tu eres esa mágia
sublime que todas las canciones de amor me retrataban, eres la armonía de mis
sueños. Y ese es el instante en el que me doy cuenta que podría estar
escribiendo mil líneas sobre ti sin parar y que yo
misma soy el perfecto ejemplo de “persona enamorada”, con todas sus letras.
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