domingo, 3 de julio de 2011

Y mi corazón lo sabía bien.

Me di cuenta de que no era tan profundo, que escribí mil palabras en vano. Y me río sin ironía de esos anécdotas.Que tu eras la materia que inspiró y el resto lo hizo mi imaginación. No había nada más allá de las palabras. Y que las promesas sólo eran aire que adornaban el entorno.                      Decir que si hubo algún segundo eterno pero ese recuerdo es sólo mío. No comparto nada contigo. Que si llegué a querer, o mejor dicho a confiar, compartir, simplemente por vacíar soledad y descubrir la capacidad de los sentidos. Pero nunca llegué a amar. Y mi corazón lo sabía bien.

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